De color bien, pero no flota: las presuntas diferencias en conectividad entre varones y mujeres.

Por César Tomé López, el 10 diciembre, 2013. Categoría(s): Neurociencia ✎ 12

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Cuando se analizan los resultados de un experimento el investigador serio tiene que tener cuidado con varias cosas. Una de ellas es asegurarse de que no existen factores distintos a los que se están considerando que pudieran estar influyendo significativamente en la determinación de posibles correlaciones. Otro, cómo se presentan y analizan los resultados. Finalmente, no sólo los autores, también el receptor del trabajo debe ser crítico cuando interpreta los resultados, estar alerta para que los sesgos cognitivos no le jueguen una mala pasada, sobre todo el sesgo de confirmación, nuestra tendencia natural a interpretar los resultados de manera que confirman nuestras hipótesis o creencias.

El pasado 3 de diciembre la prensa mundial se vio inundada por una noticia sobre un artículo publicado en PNAS en el que las presuntas diferencias neurológicas entre los encéfalos de varones y mujeres venían a confirmar los estereotipos de comportamiento  / capacidades cognitivas habitualmente asociados a ambos sexos. Basten estos dos ejemplos en prensa española: Por qué ellos se orientan mejor y ellas tienen más memoria ó Hombre/Mujer somos dos mundos aparte.

Nosotros no nos habíamos pronunciado sobre la cuestión salvo este tuit:

A consecuencia de él varias personas nos han pedido que explicásemos algo la cuestión. Pues bien, el estudio en cuestión comete los pecados que exponíamos más arriba y la prensa cae en un sesgo de confirmación de libro. Veámoslo con algo de detalle pero sin ánimo de ser exhaustivos.

Evidentemente diferentes

Lo primero, ¿existen diferencias entre los encéfalos de varones y mujeres? Pues mire usted, sí. Y lo puedo afirmar con rotundidad sin hacer estudios de conectoma, ni usar resonancia magnética funcional.

De entrada los encéfalos de varones están en cuerpos de varones y los de mujeres en cuerpos de mujeres. Desde el momento en que la anatomía corporal (fruto de diferencias genéticas, además) es distinta, los encéfalos deben estar conectados de forma diferente. Los encéfalos de varones tienen que gestionar un pene y órganos auxiliares, los de mujeres una vagina, un útero y demás. Los encéfalos de los varones son en promedio más grandes que los de mujeres.

No sólo eso, los niveles de distintas hormonas son diferentes en varones y mujeres, y sabemos que las hormonas pueden actuar como neurotransmisores y neuromoduladores. Por tanto cabe esperar una influencia hormonal en cómo se estructura el encéfalo. Y que la influencia sea distinta entre niños y niñas de 8 años y mujeres y varones de 22.

Pero también es cierto que el encéfalo está en constante evolución, aprendiendo o, lo que es lo mismo, haciendo y deshaciendo conexiones sinápticas. Y que en el proceso de aprendizaje influye el entorno de forma crítica. El entorno puede llegar a ser manifiestamente diferente para mujeres y varones.

El estudio en cuestión

Como decíamos este estudio aparecido en PNAS, escrito por investigadores de la Universidad de Pensilvania, empleaba una técnica de imagen llamada tensor de difusión y concluía que los encéfalos de los varones estaban conectados de forma muy diferente a los de las mujeres. El equipo hasta se tomó el trabajo de preparar ilustraciones, profusamente usadas por la prensa, para hacer comprensible sus hallazgos de un sólo vistazo.

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El encéfalo de los varones aparecía con sus conexiones principales, pintadas en azul (para que nadie fuese a confundirse). Las conexiones dentro de los hemisferios cerebrales eran muy fuertes, pero las que existían entre los hemisferios eran muy débiles. Por el contrario, el encéfalo femenino presentaba conexiones (en un apropiado tono naranja)  densas entre los hemisferios cerebrales. En el cerebelo la cosa parece que es distinta (véase la imagen de apertura).

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Adicionalmente a lo anterior se realizaron distintos tests psicológicos previos. Más sobre esto un poco más abajo.

Con todo ello los autores llegan a la siguiente conclusión (traducción nuestra), que cierra el abstract del artículo:

En conjunto, los resultados sugieren que los encéfalos masculinos están estructurados para facilitar la conectividad entre percepción y acción coordinada, mientras que los encéfalos femeninos están diseñados para facilitar la comunicación entre los modos de procesamiento analítico e intuitivo.

¿De verdad?

¿Tienen los autores base suficiente para llegar a esta conclusión? Veámoslo.

1 La vara de medir. No puedo medir neurona a neurona, es materialmente imposible a escala encefálica. Tengo que crear agrupaciones de ellas, parcelas, para ver cómo se conectan estas parcelas entre sí. Cada parcela actúa como un nodo de una red y lo que se va a estudiar es la estructura de esa red. Cómo elija esos nodos va a ser crítico para la calidad del trabajo resultante. De entrada el número de nodos me dirá la precisión con la que puedo medir: no es lo mismo usar una vara de metro que un micrómetro.

En el estudio de la conectividad los autores se basaron en una parcelación encefálica de 68 nodos corticales y 27 subcorticales. ¿Esto es mucho o poco? Bueno, si consideramos que sólo la corteza cerebral se divide en 52 áreas de Brodmann, no parece una división muy fina. Menos si lo que se quiere estudiar es la conectividad.

2 ¡Estate quieto, niño! Existen, y está cada vez más documentado, varios problemas con el uso de la resonancia magnética en sus distintas variantes en el estudio del encéfalo. Uno de ellos es la influencia que en las lecturas puede tener el movimiento de la cabeza (véase Yendiki et al., por ejemplo). Parece plausible que durante este estudio realizado a sujetos de entre 8 y 22 años, los niños varones tendiesen a moverse más que las mujeres adultas, o al revés. No lo sabemos, no existe un estudio paramétrico por edades-sexo.

3 ¡Cabezolón tienes, hijo! Los encéfalos de los varones son mayores que los encéfalos de las mujeres. Si tenemos en cuenta que existe una correlación inversa entre la longitud de la conexión y el grado de conectividad cuando se usa imagen por tensor de difusión (véase Lewis et al), parece importante tenerlo en cuenta si se van a comparar encéfalos de mujeres y varones en términos de conectividad.

El cuerpo calloso, el puente de materia blanca que conecta ambos hemisferios, es menor proporcionalmente cuanto mayor es el encéfalo; y esto tiene que ver con el tamaño puro y duro, no con el sexo, pero ha sido (y es) confundido con un dimorfismo sexual durante mucho tiempo (Luders et al.; aquí lo cuenta Neuroskeptic).

Estas correcciones por tamaño del encéfalo no aparecen consideradas en el estudio.

4 Los hombres son siempre más altos que las mujeres. Creo que nadie estará de acuerdo con esta frase. Lo correcto es decir que los varones, en promedio, son más altos que las mujeres. No es difícil encontrar mujeres más altas que varones con sólo salir a la calle. Si queremos hablar con propiedad de las diferencias entre varones y mujeres de una población dada, necesitaremos una muestra significativamente grande, y sobre todo dar el resultado de una forma numérica conveniente; por ejemplo, los varones adultos sanos de esta ciudad miden en promedio 172 ± 6 cm y las mujeres sanas 167 ± 7 cm. Con los datos dados de esta manera veo que no será demasiado raro encontrar varones de 166 o mujeres de 174.

Lo que la prensa no cuenta es que los sujetos de este estudio eran un subconjunto de los participantes en otro anterior mucho mayor (Gur et al.) que analizaba las diferencias sexuales con una batería de pruebas neurocognitivas computerizadas. El estudio en cuestión se basa en los resultados de éste para establecer la presunta correlación entre capacidades cognitivas y conectividad encefálica. En todas las informaciones que aparecen publicadas en prensa hay un dato que no está, la magnitud de las diferencias encontradas entre varones y mujeres expresada de forma numérica conveniente.

Para no alargarnos demasiado, lo resumimos así: estamos hablando de diferencias sutiles. A este respecto tomo el ejemplo de Cordelia Fine (que ahonda mucho más en esta cuestión en este artículo muy recomendado, aquí)

Incluso la tan cacareada ventaja femenina en cognición social y la masculina en procesamiento espacial era tan pequeña que un chico elegido al azar tendría mejores resultados que una chica en cognición social, y la chica mejores que el chico en procesamiento espacial, más de un 40% de las veces. [Nota: si no existiese diferencia por sexo alguna sería el 50%. Traducción nuestra]

5 De color bien, pero no flota. Esta frase de un chiste de Gila referida a un submarino, es la clave del asunto. El estudio pretende encontrar una relación causal entre la conectividad, encontrada usando una metodología para lo que no parece que se hayan corregido sus limitaciones, y los resultados de una batería de test psicológicos y entre éstos y la realidad, atreviéndose a afirmar que el dimorfismo sexual en las habilidades presuntamente observadas de varones y mujeres tiene una base neurológica. En ningún momento se establece esa causalidad, ni de qué forma la existencia de esas presuntas conexiones diferentes dan cuenta de las presuntas diferencias cognitivas en los tests. Y el salto a la realidad no es más que tomar el estereotipo como cierto y, a partir de ahí, alcanzar las conclusiones.

Si has llegado leyendo hasta aquí, ya comprenderás el porqué de nuestro tuit. Finalmente nos permitimos recomendarte estos 20 consejos para interpretar estudios científicos.

Referencia:

Ingalhalikar M., Smith A., Parker D., Satterthwaite T.D., Elliott M.A., Ruparel K., Hakonarson H., Gur R.E., Gur R.C. & Verma R. & Sex differences in the structural connectome of the human brain, Proceedings of the National Academy of Sciences, DOI:

 



12 Comentarios

  1. ¿Acaso no es un sesgo negar una evidencia tan palpable de una realidad existente como que la masculinidad y la feminidad son algo real? ¿Acaso no es eso ser de una forma diferente? ¿Acaso es malo ser diferente? ¿No es quizá aun mucho mas discriminatorio y cliche decir que «somos iguales» cuando no lo somos, ni lo tenemos porque ser? Los hombres tendrán pene pero los gays tienen pene y tambien pueden ser femeninos. La diferencia no esta ni en el pene, ni en las hormonas. Esta en el cerebro. Es algo muy evidente. Y no, no es nada aprendido, ni cultural. En todas las sociedades las mujeres son femeninas y los gays son femeninos, así como el hombre masculino y las lesbianas tambien. No puedes negar algo evidente solo porque a ti personalmente te parezca discriminativo porque tu pienses que ser diferentes es sinónimo de malo./mejor/peor. Hay que tener una mentalidad muy simplicista, a la que yo llamo católica-totalitaria para no querer ver esa realidad. Ahora resulta que los millones de años de evolución no han afectado geneticamente de ninguna forma porque así somos mas guays y tolerantes. Lo que somo es catetos al pensarlo. Como presuponer que las cosas predictadas geneticamente que afectan a la personalidad son pocas y básicas… No, no lo son. Estamos predispuesto geneticamente a ser como somos.

  2. Me parecen muy pocos nodos para llegar a una conclusión, visto la imagen parece que los hombres no tengamos cuerpo calloso. Y los dos puntos del cortex preforntal (si se dice así) en el hombre, ¿no tienen conexiones con ningún otro nodo?.

  3. «Nosotros no nos habíamos pronunciado sobre la cuestión salvo este tuit:

    Falso de toda falsedad. Mala ciencia que recibe eco mediático extra reforzando el cliché. => http://t.co/3NGFcf5XZ6

    — Experientia docet (@EDocet) diciembre 8, 2013″.

    Me parece que César Tomé cae en ese tuit en la misma falta de rigor que critica. Una cosa es criticar la fiabilidad de un estudio y otra muy distinta es asegurar que sus conclusiones son completamente falsas. Incluso si el estudio no demuestra nada, ¿se han refutado sus conclusiones mediante otros estudios? ¿No consiste el escepticismo en suspender el juicio hasta disponer de las pruebas necesarias?

    1. Francisco,
      Es falso de toda falsedad que a partir del estudio realizado se puedan extraer esas afirmaciones. Las conclusiones no son ideas aisladas, las conclusiones siempre exponen los resultados del estudio y, en este caso son falsas.

  4. No se por qué puede ser «muy recomendado» el artículo de Fine. La afirmación que hace en la cita se basa en un solo estudio, uno en donde ni siquiera se niega que existan diferencias por sexos en cognición espacial y social. La diferencia no es muy «cacareada», es una diferencia real. Relativamente «sutil», y variable, pero consistente a través de decenas de estudios. Y son diferencias que no han sido «presuntamente observadas» por psicólogos ávidos de confirmar sus estereotipos sexistas, sino que aparecen sistemáticamente en los trabajos.

    Y en cuanto al conectoma, pues ya veremos. Porque a veces correlación si es causación.

  5. Hola, estupendo análisis del trabajo. En realidad eso se podría hacer con un alto porcentaje de los trabajos que se publican en cualquiera de las revistas sobre genética, fisiología, metabolismo etc.
    Ah! otra cuestión importante a tener en cuenta, dada la repercusión mediática que tuvo el trabajo, es que los consejos para interpretar el trabajo científico (y comunicarlo) deberían tenerlo en la cabecera de las secciones de ciencia en los medios de comunicación. En todos. Y es que en este caso se ha hecho un análisis punto a punto del trabajo, cosa que en otras ocasiones no se hace aquí mismo, en Naukas.
    Se inicia el post diciendo que el investigador serio debe tener en cuenta varias cosas. También el comunicador serio. Claramente no es este el caso, pero basta darse una vuelta por periódicos, blogs, espacios de radio etc.
    saludos.

  6. Hola César,
    Se agradece un post como este no sólo para aclarar la poca fiabilidad de este estudio sino para remarcar una vez más que se debe ir con mucho cuidado con las afirmaciones tajantes basadas en estudios si se desconoce la forma en la que éstos se han realizado. Y también para recordar la importancia de contar con buenas fuentes de información. Y para mí este blog es una de ellas.
    En muchas ocasiones un estudio publicado en las superrevistas equivale a «palabra de la ciencia» y es un estudio concreto que tiene las implicaciones que tiene y basta. Pero se le da alas y en función de lo que se diga los titulares son delirantes.
    Este tema era pura carnaza periodística y pasó lo que pasó.
    No me extiendo más,
    Un beso,
    Laura

  7. Me parece que el autor del articulo esta demasiado influenciado por prejuicios feministas. Hay diferencias innatas en los comportamientos de hombres y mujeres, se nota en la mas tierna infancia de la mayoría de las personas, y no debería extrañarnos si hay diferencias físicas para provocarlas. Tal vez la tecnología aún no este madura para detectar esas sutilezas del cerebro, pero ya lo estará.

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